Capítulo 157
Capítulo 157: Su Esposo Resulta Estar en Casa
Valentina se giró. La mirada de Alonso la dejó ligeramente sorprendida.
-¿Tienes algo que decirme?
Valentina recordó el incidente reciente de reconocimiento de su nieta y sintió que debía explicarse a Alonso:
-Hermano Valenzuela, no sabía que él era don Raúl, nos encontramos por casualidad aquel día…
Valentina narró lo sucedido ese día, incluyendo el llevar a don Raúl al hospital.
-Pero no sé por qué quiere reconocerme como su nieta -Valentina todavía estaba confundida.
Tras terminar, como si recordara algo, sacó la tarjeta negra que don Raúl le había dado en la
fiesta.
-Por favor, devuélvesela al anciano.
Esa tarjeta era demasiado valiosa.
Alonso seguía mirando a Valentina, sin tomar la tarjeta negra que le ofrecía.
Un silencio llenaba el aire.
Valentina, sintiéndose incómoda bajo su mirada, estaba a punto de seguir explicando cuando de repente, Alonso sonrió.
La sonrisa de Alonso era de resignación, mezclada con amargura.
-Si el abuelo te escucha llamándolo «anciano», seguro se molestará -dijo Alonso en tono de
broma.
Miró de nuevo la tarjeta negra en la mano de Valentina.
-Lo que el abuelo te da, guárdalo con tranquilidad. Cómprate lo que quieras, no tienes por qué
escatimar.
Valentina se quedó sorprendida.
-Vamos, sube.
Alonso soltó su mano, su sonrisa regresó a la habitual elegancia.
Valentina bajó del coche.
El coche de la familia Valenzuela pronto desapareció de la vista.
Al volver a casa, la habitación estaba a oscuras.
Una decepción brotó en su corazón; Valentina se dio cuenta de que, en el fondo, estaba esperando que su esposo volviera.
Valentina exhaló profundamente.
-Ya te has convertido en esa afortunada que envidiabas, ¿por qué no estás feliz?
De repente, una voz resonó en la oscuridad.
-¡Ah…!–Valentina gritó asustada.
Apresuradamente encendió el interruptor de la habitación, y la luz inundó la estancia.
Valentina vio a su esposo de pie en el balcón, con los brazos cruzados sobre el pecho, su rostro guapo sonriéndole.
Por un momento, Valentina se quedó en blanco y preguntó instintivamente.
-¿Cómo es que estás en casa?
-Si no estoy en casa, ¿dónde crees que estaría?
Santiago levantó una ceja, caminó hacia el sofá y se sentó, sin quitar la vista de Valentina.
En ese momento, se sentía extremadamente contento.
Valentina se habia convertido en la nieta de don Raúl, y eso hacía de Alonso su hermano.
Incluso don Raúl no permitiría que él continuara fijándose en Valentina.
Por eso, se fue tranquilamente antes de que terminara la fiesta.
Había visto a Alonso llevando a Valentina a casa desde el balcón, y amigablemente le habia enviado un mensaje a este distinguido tio de la familia Valenzuela.
Valentina se sentia incómoda bajo su intensa mirada posesiva.
¿Dónde pensaba ella que estaría él?
Por supuesto, en la villa de la familia Valenzuela, con su nuevo patrocinador.
Pero bajo su ardiente mirada, Valentina simplemente le lanzó una mirada fria y se dirigió a su habitación para lavarse.
+15 BONOS
Mientras tanto, Alonso miraba el mensaje de Santiago en su teléfono con una mirada profunda.
[Felicitaciones al señor Valenzuela por tener una nueva hermana.]
Incluso a través de la pantalla, Alonso podia imaginar cuán satisfecho se sentiria Santiago al
escribir ese mensaje.
Pero lamentablemente, él ya no tenia oportunidad de contraatacar.
Con un sentimiento de frustración en su corazón, Alonso lanzó el teléfono a un lado y le ordenó
al conductor.
-Encuentra un lugar donde pueda beber.
Esa noche, Alonso había bebido hasta perder la conciencia. Marc, aún con el rostro marcado por los golpes recibidos en un altercado anterior, decidió no asistir al banquete de la familia Valenzuela. Al regresar a casa, Aitana fue inmediatamente abordada por Marc y Alicia, ansiosos por saber quién había sido el afortunado elegido por los Valenzuela. Al pensar en Valentina, la
envidia corroia el corazón de Aitana.
-No fui–dijo Aitana, reacia a admitir que Valentina era la elegida.
-¿Cómo que no fuiste? -Marc, percibiendo la desolación en su rostro, preguntó preocupado-. ¿
Sucedió algo?
Aitana, con una mirada a Marc, rompió a llorar, revelando finalmente entre sollozos.
-La familia Rodriguez… puede que anule nuestro compromiso.
-¿Qué? ¿Cómo es posible? -Marc, al principio incrédulo, pero al ver a Aitana llorar tan desconsoladamente, se enfureció-. ¡Esa familia Rodríguez se ha pasado de la raya! Iré a exigirles una explicación ahora mismo.
Marc estaba a punto de salir, lleno de ira, pero Aitana lo detuvo. Con ojos suplicantes, le dijo:
-Papá, no vayas. Si doña Lucinda te pregunta por mi verdadero origen, ¿qué responderás?
Marc se detuvo, dándose cuenta de que la intención de los Rodriguez de anular el compromiso
se debia a las palabras de Valentina.
-Maldita Valentina -murmuró con un rostro sombrio.
Aitana, observando su reacción y recordando las palabras recientes de Noah sobre la necesidad de hacer pública la anulación del compromiso para calmar a Valentina, se llenó de indignación.
-¿Por qué tengo que sufrir yo?
+15 BONOS
-Mañana, en el Grand Hotel de Coralia, donde se celebró nuestro compromiso, la familia Rodriguez anunciará su cancelación. Debemos asistir -dijo Aitana, con una lágrima
deslizándose por su mejilla.
Marc, furioso, rompió un vaso sobre la mesa.
-¿Para qué ir? ¿Para que nos humillen?
Aitana, llorando aún más, y Alicia se unieron a su llanto. La familia se sumió en un mar de ira y
desesperación.
Finalmente, Aitana suspiró amargamente.
-Vamos, papá. No quiero causarle problemas a Noah.
-¡Qué niña tan tonta eres! -Alicia, incapaz de contener las lágrimas, ayudó a Aitana a subir a su habitación en el segundo piso. NôvelDrama.Org: owner of this content.
Una vez cerrada la puerta, Aitana cambió su semblante de tristeza por uno de rencor.
-¿Qué ha pasado para que la familia Rodriguez decida cancelar nuestro compromiso? preguntó Alicia, limpiándose las lágrimas.
-Todo es por Valentina. ¿Por qué ella tiene tanta suerte? Ahora es la nieta adoptiva de don Raúl, y con el respaldo de la familia Valenzuela, siempre estaré bajo su sombra -se quejó Aitana.
+
-¿Qué has dicho? -Alicia no podía ocultar su sorpresa.
-Ahora Valentina es parte de la familia Valenzuela. Y por acercarse a ella, los Rodríguez están dispuestos a humillarme -dijo Aitana con furia.
Alicia reflexionó.
-¿Por qué don Raúl elegiría a Valentina sin razón alguna?
Aitana, como si de repente comprendiera algo, miró a su madre.
-Tienes razón, debe haber un motivo. Y voy a descubrirlo.