Capítulo 181
Capítulo 181: Provocándole Ira
En el lujoso coche, Lucia le hizo señas a Valentina.
-¡Valen, sube rápido!
Valentina, con una sonrisa, respondió a su entusiasmo y se subió al coche. Lucía entonces notó el anillo en su mano. Con sólo una mirada, Lucia desvió la vista, sin indagar demasiado, ya que sabia que ese anillo sin duda habla sido un regalo de Santiago a Valentina.
Don Raúl, al ver a Valentina, no pudo ocultar su sonrisa. Después de comer, Valentina y Alonso tomaron las medidas a don Raúl. Alonso también se dio cuenta del anillo en la mano de Valentina. Reconoció al instante que era el mismo que Santiago había adquirido en el concurso de joyería.
Un brillo inusual pasó por los ojos de Alonso. Mientras median a don Raúl, Lucia también descubrió el origen del anillo en la mano de Valentina.
-Cien millones de dólares…
Había escuchado que Santiago pagó cien millones por los anillos de compromiso diseñados por
Valentina, pero nunca imaginó que Valentina llevaría uno de ellos.
Ella había visto ese diamante rojo. Después de que la Corporación Mendoza obtuviera el diamante, varias mujeres de la familia quisieron tenerlo, incluso ella había soñado con usar ese diamante para crear una joya. Al final, ¡Valentina fue quien se benefició!
Con una mirada fria, Lucía observó detenidamente el diseño. Unos momentos después, sus labios se curvaron en una sonrisa. Llamó de inmediato a su asistente en Guadalajara.
-Recuerdo que el Consorcio Industrial Mexa tenía un diamante rojo de alta calidad hace tres años, ¿verdad?
-Si, señorita, ese diamante nunca salió al mercado, creo que lo guardaron ellos mismos.
Con la certeza de que no se equivocaba, Lucía ordenó:
-Contacta con el Consorcio Industrial Mexa, quiero comprar ese diamante, no importa el precio.
pero la transacción debe ser discreta y no revelar mi identidad.
-Entendido, señorita, me encargo ahora mismo.
Tras colgar, Lucía observó fríamente el diseño. Santiago le había regalado ese anillo a Valentina, dándole la oportunidad de usarlo para separarlos.
Al día siguiente, sábado, Valentina se levantó temprano y se encontró con Lucía, que estaba muy arreglada para salir.
-¿Tienes una cita hoy? -preguntó Federico preocupado.
Con una sonrisa radiante, Lucia respondió:
-Voy a encontrarme con alguien muy importante.
Luego, mirando a Valentina en la entrada de la escalera, dijo:
-Valen, quizás no vuelva esta noche. No me extrañen demasiado, tú y mi hermano.
Lucia guiñó un ojo a Valentina, con un gesto travieso. Valentina forzó una sonrisa, pero en su interior surgió una sospecha que rápidamente apartó de su mente.
-¿Tienes algún plan para hoy? -preguntó Alonso, saliendo de su habitación y viendo a Valentina pensativa.
¿Planes?
-No, no tengo planes -respondió Valentina distraídamente.
Alonso notó que Valentina jugaba con el anillo en su dedo anular y supo que estaba pensando en Santiago. Un atisbo de molestia cruzó por su mente, pero pronto sonrió:
-Hoy tengo un baile de cumpleaños, ¿qué te parece si vienes conmigo?
A Valentina no le gustaban esos eventos, pero no pudo negarse a Alonso.
-¡Claro que si! Original content from NôvelDrama.Org.
Después del desayuno, Alonso llevó a Valentina a elegir un vestido para el baile.
En el camino, Valentina descubrió que el evento era el baile de cumpleaños de los gemelos de la
familia Bennett. La familia Bennett tenía una larga tradición politica’y era amiga de la familia
Valenzuela. Los gemelos de la familia Valenzuela acababan de regresar del extranjero.
El objetivo del baile de cumpleaños de la familia Bennett era crear una oportunidad para que señorita Elara Bennett, quien estaba enamorada de Alonso, pudiera conocerlo mejor.
Al llegar, Valentina fue al baño y, al regresar, vio a Alonso conversando animadamente con
algunas personas. Decidió no interrumpir y se sentó sola a un lado. Pero apenas se sentó,
escuchó una voz conocida:
-¿Valentina? -Luna estaba sorprendida de encontrar a Valentina alli.
+15 BOHOS
Las enemigas se encontraron y sus ojos chispearon de ira. Luna observó a Valentina con desdén y se burló:
-¿Qué haces aqui? Esto es un baile de la familia Bennett, no invitaron a extraños. ¿Cómo te colaste?
Su actitud sugeria una gran cercanía con los Bennett. Valentina no quiso tratar con ella y apartó la vista, ignorándola. Esta reacción sólo enfureció más a Luna.
-¿Quién te crees que eres, Valentina, para hacerme ese desplante aquí?
Luna estaba furiosa, pero de repente pareció recordar algo, miró a Valentina por un momento y
cambio de actitud:
-Está bien, Valen, diviértete. -Luego, se dio la vuelta y se fue.
Valentina, aliviada, tomó una copa de vino de un mesero y bebió sola. Recordando la cita de Lucia esa mañana, miró el anillo en su mano y no pudo reprimir un sentimiento extraño. Sacó su teléfono y llamó a su esposo.
El teléfono sonó durante mucho tiempo sin respuesta y finalmente se cortó. Valentina, atónita,
intentó llamar de nuevo y esta vez la llamada se conectó.
-¿Hola?
Se escuchó una voz femenina. Valentina, sorprendida, colgó instintivamente.
Reconoció esa voz, era Lucía. Justo lo que sospechaba… Valentina sintió una oleada de ira. Santiago le había regalado el anillo ayer y hoy ya estaba con otra mujer. ¿Qué significaba eso?
Valentina se reprochó por colgar el teléfono tan cobardemente. Respiró hondo y decidió volver a llamar. Si Lucía contestaba de nuevo, le pediria con firmeza que le pasara el teléfono a su esposo y luego lo regañaria. Pero esta vez, el teléfono indicó que el destinatarfo había apagado su móvil
-¿Apagado? eh…
Valentina miró su teléfono con ganas de maldecir, pero se contuvo. Con rabia, se quitó el anillo y
lo arrojó en su copa de vino, luego se levantó para irse.
Pero apenas dio unos pasos, alguien la detuvo.
-Oye, señorita…
Valentina se detuvo y se giró para ver al dueño de la voz. Un hombre en un traje blanco, emanando un aura siniestra, sostenía una copa de vino. Valentina vio el anillo en la copa y frunció el ceño.
+15 DONOS
Michael Bennett siguió su mirada y también se fijó en el anillo en la copa. Luego se to ofreció a
Valentina:
-¿Cómo puedes tirar un diamante tan grande? Adivino que la persona que te dio ese anillo te ha enfadado, ¿no es así?
-¿Enfadada? Eso es poco decir -dijo Valentina mordiéndose ligeramente los dientes. Luego miró a la persona frente a ella-: Si te gusta, te lo regalo. Pero solo si no te importa que sea falso. -Tras decir eso, Valentina se giró, buscando un lugar tranquilo para descansar un rato.
Pero Michael era un conocedor. ¡Ese diamante no era falso! Sin embargo, no lo mencionó, sino que su interés por la bella dama que tenia delante aumentó. Al ver que ella se iba, Michael la siguió rápidamente.
-¿Qué haría un hombre como yo con un anillo de mujer? Creo que te queda muy bien. ¿por qué no sigues usándolo?
Mientras hablaba, Michael ya habia sacado el anillo del vaso de vino y lo ofrecía frente a
Valentina.