Capítulo 280
Capitulo 280: No Puede Quedarse Quieta Más Tiempo
La fiesta de cumpleaños de Don Raúl se celebraría en la Villa Valenzuela. Santiago, aunque recibió la invitación de la familia Valenzuela, no tenia Intención de asistir. Alonso no le envió una invitación a Valentina; desde que supo de su amnesia, su deseo de protegerla se intensificó, prefería no exponerla a situaciones que pudieran hacerla sentir incómoda o menospreciada,
En los dias previos al cumpleaños de Don Raúl, Alonso estaba ocupado con los preparativos del banquete, mientras Lucia se encargaba de las operaciones en El Grupo Valenzuela Joyeria. Por otro
lado, Altana, como si hubiera perdido Interés en la posición de directora de diseño de El Grupo 2
Valenzuela Joyería, habia camblado de actitud, pasando sus días en la Villa Valenzuela cuidando a Don Raúl. Incluso se ocupaba personalmente de su comida y bebida.
-Don, la señorita Aitana es realmente devota.
Comentó Federico, lleno de elogio hacia Aitana. No solo Federico, sino también otras personas en la Villa Valenzuela, tenían una buena impresión de esta respetuosa heredera legítima.
Don Raúl, viendo a Aitana, mostraba afecto.
-Si. Aitana es devota. Viéndola, me recuerda a Citlali. Si Citlali estuviera aqul, me pregunto si todavia me reprocharia. -Citlali siempre habla sido el punto sensible en el corazón de Don Raúl
Federico ofreció palabras de consuelo.
-Si la señorita Citlali estuviera aquí, seguramente sería tan devota a usted como la señorita Aitana.
Don Raúl, sin embargo, suspiró.
-Eso espero.
Pero en su corazón no estaba seguro.
Federico, no queriendo que Don Raúl se sumergiera en la tristeza, cambió de tema:
-Don, ha decidido no regresar a Guadalajara para su cumpleaños. En Guadalajara han preguntado varias veces, insinuando, preguntándose si sería apropiado que ellos vinieran a Coralia para celebrar su
cumpleaños.
Ellos, se referian a la hija adoptiva de Don Raúl y su familia.
Al mencionarla, la expresión de Don Raúl cambió instantáneamente.
-¿Para qué vienen? ¿Acaso para molestarme? -Don Raúl resopló fríamente.
El malentendido de aquel año con Citlali fue por culpa de esa hija adoptiva.
La decisión que más lamentaba en su vida era haber adoptado a una hija tan calculadora.
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Pero, por el honor de la familia Valenzuela, tuvo que tolerarla y mantenerla en la familia, dándole un puesto y dejándola desarrollarse, Interviniendo raramente en sus asuntos.
Su reacción fue como Federico habla anticipado.
Después de que Federico se fue, Don Raúl, solo en su habitación, cuanto más pensaba en su hija adoptiva, más se sentia en deuda con su Citlali.
Abuelo…
Alonso entró con un vestido diseñado por Valentina, despertando a Don Raúl de sus pensamientos.
Estos dias habla visto poco a Alonso, sabiendo que estaba preparando la fiesta de cumpleaños.
-Te has esforzado mucho, era solo un cumpleaños, no habla necesidad de hacer algo grande, con solo reunimos la familia en casa bastaba. Pero ahora Aitana todavía lleva el apellido Lancaster.
-Cambiar un apellido seria fácil pero durante todos estos años, le fallé a su madre, e incluso ella terminó en un orfanato. Si no fuera por la casualidad de que llegara a la familia Lancaster, quién sabe que adversidades habría enfrentado.
-Quiero compensarla, hacer que brille un poco, solo así, aprovechando mi cumpleaños para que se muestre más. Si algún día yo no estoy, que ella tenga más confianza.
Don Raúl estaba completamente dedicado a planificar por Aitana.
Alonso, pensando en Aitana, finalmente no se atrevió a hablar mal de ella frente a Don Raúl. Pero tampoco podia ir en contra de su corazón alabándola, asi que sonriendo, desvió la conversación:
-Abuelo, he traido el traje para mañana para que lo pruebe. This content is © NôvelDrama.Org.
Alonso sacó el traje y ayudó a Don Raúl a ponérselo.
Frente al espejo, Don Raúl, vestido con el traje, miró su reflejo y dejó atrás la solemnidad anterior.
Tras examinar varias veces el traje, por alguna razón, sintió una calidez especial, y no pudo evitar elogiarlo.
-¿De qué diseñador es este traje? Parece hecho a medida, tanto el diseño como la confección son
excelentes.
-Es de Valentina.
Al decir el nombre de Valentina, Alonso lanzó una mirada discreta a Don Raúl
En ese instante, Don Raúl se quedó ligeramente sorprendido. Alonso continuó.
-Valen puso mucho empeño en diseñar este traje para usted, tomó sus medidas personalmente, está hecho a medida para usted. Este traje es mi regalo de cumpleaños para usted, pero pensandolo bien,
decir que es un regalo de Valen seria más acertado.
Al mencionar a Valentina, los ojos de Alonso no pudieron ocultar su alecto.
Pensaba que Don Raúl apreciaria el esfuerzo de Valentina. Sin embargo, ese anciano, con una mirada
más sombria, dijo.
-Estoy cansado, ayúdame a quitarmelo.
Sorprendido, Alonso igual le ayudó a quitarse el traje.
Queria decir algo más, pero con un «Quiero descansar. de Don Raúl Alonso no tuvo más opción que
dejar la habitación.
Al salir, lanzó una última mirada preocupada hacia Don Raúl
Esa mirada, captada por una cámara oculta y proyectada en una pantalla fuera de la habitación. provocó una risa baja en Aitana.
Días atrás, aprovechando que Federico llevaba a Don Raúl por el jardin, Aitana habla instalado
discretamente una cámara oculta en su habitación.
El objetivo era monitorear el estado animico de Don Raúl.
No solo había cámaras, sino también micrófonos.
Las palabras de Alonso a Don Raúl e incluso lo que Don Raúl le habia dicho a Federico antes. Aitana las escuchó todas, sin perderse ni una.
El banquete de cumpleaños de Don Raúl era al día siguiente, y el tiempo de Aitana se estaba acabando.
En ese momento, Aitana observaba fijamente la pantalla.
En ella, Don Raúl estaba sentado en su silla de ruedas, mirando el traje colgado frente a él con una
expresión de disgusto.
Después de un rato, se giro con indiferencia.
Frente al traje diseñado y confeccionado especialmente para él por Valentina, no mostró alegría ni
placer, sino gravedad.
¿Qué significaba esto?
En el corazón de Aitana, una sospecha se fue afianzando: Don Raúl en ese momento, debla estar
recordando el episodio en el hospital cuando Valentina marcó distancias con la familia Valenzuela.
¡Esto era realmente bueno!
Si este estado de ánimo persistía hasta el día siguiente, sería aún más beneficioso para su plan.
Sin embargo, le preocupaba que el estado de ánimo de Don Raúl fuera efimero. Tras reflexionar un momento, Aitana no pudo quedarse sentada ni un segundo más y apagó la pantalla del móvil.
© IS SCARS
La noche en la Villa Valenzuela era especialmente tranquila,
Estos últimos días, Don Raúl habla sufrido de insomnio continuo. Parecia querer estar solo, por lo que ni siquiera habla informado a Federico.
A esa hora, todos en la Villa Valenzuela ya se hablan ido a dormir.
Don Raúl, que inicialmente yacia en la cama, se levantó solo, se sentó en su silla de ruedas y miró a través de la ventana hacia la noche oscura.
Nunca antes habla sentido así en su cumpleaños.
Este cumpleaños, se sentia particularmente molesto.
Como si algo le presionara el pecho, sin dejarlo respirar.
La luz de la luna se filtraba por la ventana, iluminando justamente el traje colgado en la habitación.
Las palabras de Alonso de ese dia resonaban en su mente.
Valentina habia diseñado ese traje a medida para él, Valen… había puesto mucho esfuerzo en ello.
Pero aquel día en el hospital, cuando se distanció tan decididamente de la familia Valenzuela, él solo queria que ella dejara de lado su hostilidad hacia Aitana, y ella…
Aitana era su nieta.
No podia permitir que nadie tratara mal a Aitana.
Y hoy, a través del tono de Alonso, también sintió que el afecto de Alonso por Valentina superaba el que
tenia por Aitana.
Eso… ¡no lo permitiria!
по
Don Raúl retiró su mirada del traje con una expresión profunda y luego tomó unas tijeras….