Despidiéndose de mi amor

Capítulo 0088

Silvia continuó diciendo: -No hay chicas que no amen la belleza. Quizás la antigua yo era demasiado humilde, y oculté mis propios

gustos.

Julio, escuchando eso, sintió una fuerte opresión en su corazón.

-¿Quieres decir que, en el pasado, lo hacías todo por mí?

Silvia levantó la cabeza y se encontró con su profunda mirada: -Lo he dicho, no lo recuerdo, pero puedo decirte claramente que me gusta maquillarme, también me gustan la ropa hermosa y las joyas preciosas.

La Silvia de antes solía vestirse de gris y no llevaba maquillaje. Era porque temía enojar a Julio. Su familia engañó a Julio, y ella no quería hacerse atractiva para él y causarle molestias.

Una vez, simplemente llevó un vestido rojo, cantando animadamente mientras regaba las flores afuera, y él se burló de ella.

-La familia Orellana tiene grandes habilidades, engañando a la gente y aún así pueden estar tan tranquilos, vistiendo llamativamente y riéndose a carcajadas.

Desde entonces, en casa, no se atrevió a estar feliz, a sonreir ni a

vestirse bien.

Julio no sabía nada de eso, ¡pero aún así pensaba que a ella no le

gustaba!

¡Esto era realmente ridiculo!

Silvia dejó caer la mano apretándose con fuerza, sus dedos se hundieron profundamente en la palma de su mano hasta que brotó sangre, pero no soltó.

besaba,saba

atia clintral elta, oliendo la suave y agradable fraganciasgancia Democsertionsintiendo un ligero aburrimiento, ento

orque itars to dijiste?

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La sangre der abrigo aurida

de la cabeza c

sobre ellabre

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ese sinte inapingantenamente como si estuviera er sido ella turenle dente esa esas palabras! ¡Habia

de je dijo: ¿Puedes boken seltarme, por favor?

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era impotente pareció no ten

Julio se recos cabello, comelo

-Silvia, tengo

Las manos de

lentamente yaCopyright by Nôv/elDrama.Org.

-Em-Entonces, cu du

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Julio ta levanto Junto junto a ellas

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podria haberio cuestionation

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ante todas estas cosas, no ternes ternes que a, se enoje?

momento, los labios de Julio cayeron juston justo

Él, con Ét, con los ojos

donde donde vas?

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¿Por quPorque aúne

sintió un fuerte escalofrio repentino, antes dates de arisus labios fueron sellados por el. Mentres intras haVoy a Moyiarlimpia

a con delicadezacieszade su abrigo.

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brazos y la colocó en el sofa, luego se recosadecostó dormido oliendo el delicioso aroma de sua de su

el hornbre comenzó a respirar de maneramanera atrevió a apartar su mano y levantai sadelyse del elsubir las escaleras para buscar algunas idunas bara stesorpresa suya, Julioda abrazo de azó de The

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ciera irse.

lesias, le dijo.com voz muy perezosa:A2A

el ceño.

sciente?

Julio la atrajo hacia si nuevamente: -Mañana haré que alguien venga a limpiar, no te muevas.

Silvia solo pudo acostarse muy obedientemente.

Durante toda la noche, Silvia intentó levantarse varias veces para buscar las herramientas. Pero cada vez que Id intentaba, apenas se alejaba, Julio de inmediato se despertaba.

Nunca imaginó que su sueño fuera

tan ligero. Si lo hubiera sabido antes, debería haber aumentado fa dosis, habera pera desafortunadamente, después de que él se durmiera, ya no bebería

agua.