Diario de una Esposa Traicionada por Rocio H. Gómez

Capítulo 456



Capítulo 456 

Después de la cena, llegaron algunos amigos de Camilo para la segunda parte de la noche. También, un invitado inesperado. Era la primera vez que vela a Carlos Galindo, el hijo llegitimo de la familia Galindo. Vestido completamente de negro, abrió la puerta del privado y se apoyo en ella. Su rostro, con cierto parecido al de Camilo, lucia una sonrisa pícara mientras tocaba la puerta con los dedos. Camilo, Imperturbable como si tal persona no existiese, lanzó despreocupadamente una carta diciendo: “El cuatro de bastos“. 

Ander dijo: “El seis de espadas“. 

“¡Canastra!” 

Camilo levantó la última carta con una elegancia innata, arqueando una ceja, claramente complacido mientras decía: “Otra canastra.” 

Lucas se sorprendió y preguntó: “¿Qué pasa aquí?” 

¿Tanta prisa?” 

Camilo tomó otra carta y la tiro, diciendo con calma: “Limpio, canastra abierta.” 

Lucas exclamó: “¡Carajo, hiciste trampa!” 

Los otros dos quedaron sin palabras. Jugaban en grande, y con esa mano, Camilo ganó una suma de siete cifras en pesos. 

Ander soltó una risa ligera diciéndole: “Parece que tu prometida te trae suerte, ¿eh?” 

“Supongo.” 

Camilo respondió con modestia, pero su sonrisa era amplia. 

Leticia, mientras recogía las cartas, se quejó: “Cloé, tu hombre, no solo te robó, también se llevó mi dinero.” 

“Quien apuesta, acepta perder.” NôvelDrama.Org owns this.

Camilo sonrió, mostrándose generoso con el dinero ajeno: “Pero, por el alquiler de tu tienda, Lucas puede cubrirlo.” 

Lucas dijo: “Camilo, tienes un talento especial 

“¿Y qué pasa con eso? ¿No está bien?” Camilo preguntó. 

regalar lo 

que 

no 

es 

“¡Gracias, señor Benítez!” 

Lucas miró a Leticia y, generosamente, dijo: “Por supuesto que bienvenida.” 

tuyo.” 

sí. 

Es 

primera vez que veo 

señora, así que consideremos esto un regalo de 

Leticia lo miró sonriente diciéndole: “El señor Benítez es muy generoso, claramente va a llegar lejos, no como esos hijos de papá.* 

La puerta fue golpeada una vez más, esa vez con más fuerza. 

Carlos sonrió maliciosamente preguntando: “¿Qué celebración es esta? Herman 

es que no me invitas?” 

Al entrar, me miró y preguntó: “¿Esta debe ser la señorita Monroy, verdad? ¿Debería lamarte cuñada?” 

Camilo soltó una risa burlona, mirándolo perezosamente: “¿Cuñada? Tu es 

“Hermano, eso estuvo fuera de lugar.” 

que 

da llamarla así?” 

Carlos se arrastró una silla y se sentó: Ambos somos de la familia Galindo, ambos llevamos la sangre de la familia Galindo. ¿Cuál es la diferencia entre tú y yo?” 

Camilo me pasó un jugo a temperatura ambiente, ignorándolo completamente: “Hay 

Carlos ajustó sus gafas y dijo: “No tienes que ser tan hostil conmigo. Papá me 

familiar de mañana por la noche?” 

“Por favor, dile de mi parte, si le importa que acabes deshonrado.” 

“¿Qué quieres decir?“

Camilo jugueteaba con las fichas de dominó diciendo: “El proyecto de Inteligencia Artificial del Grupo Galindo fracasó, pérdidas de varios miles de millones de pesos, ¿cómo podrás seguir en el Grupo Galindo?” 

Carlos perdió su compostura y sus dedos se tensaron diciendo: “Esa información aún no es pública, ¿cómo lo sabes?” 

“Quizás, porque todo fue obra mía.” Camilo sonrió maliciosamente, pero sus ojos permanecian fríos y serenos

Carlos, con un destello de agresividad en sy mirada preguntó: “¿Hiciste tú esto?” 

Camilo respondió: “Solo cobraba una deuda, es justo.” 

“¿Qué deuda? No sé de qué hablas.” 

Carlos frunció el ceño y sus ojos destellaron por un instante, pero pronto se controló, sin perder la compostura: “Tampoco tienes que preocuparte por si puedo


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