Diario de una Esposa Traicionada por Rocio H. Gómez

Diario de una Esposa Traicionada Capítulo 147



Capítulo 147 

Mirando reacción, de repente senti un placer indescriptible. Ese placer me estimulaba a decir aún más. Me sentía algo mareada y mi cuerpo parecía estar ardiendo, pero estaba extremadamente excitada, no podia preocuparme por nada más, solo quería desahogarme y tenía prisa por hacerlo. 

Enfrentando sus ojos oscuros, esbocé una sonrisa, y con toda la crueldad de mi ser, dije: “Si, cuando lo descubri apenas tenia cinco semanas, era muy pequeño, todavía no tenia latido del corazón, incluso había amenaza de aborto. Durante ese tiempo siempre tenia dolor de estómago, era porque estaba embarazada.” 

Isaac me miraba en un estado lamentable y levantó levemente los labios diciéndome: “¿Por qué… no me lo dijiste?” 

“Fue el día de nuestro tercer aniversario cuando lo descubrí, estaba tan feliz, tan ansiosa por compartir esta noticia contigo. Preparé una cena a la luz de las velas para nuestro aniversario, escondi el resultado del examen en un pastel que hice con mis propias manos, esperando darte una sorpresa…” 

“No vi el pastel…” 

“Ese día ni siquiera te importé.” 

Sonreí y continué diciendo: “Fuiste a estar con Andrea le pusiste el collar que tanto me gustaba a ella alrededor de su cuello. Olvidaste nuestro aniversario, solo estabas celebrando su divorcio.” 

“Unos días después, te pedí que me acompañaras al hospital para un chequeo, en realidad era para que tú mismo recibieras el informe del ultrasonido del bebé.” 

Miré cómo se desmoronaba poco a poco, y con una voz muy suave dije: “Pero esa mañana, cuando me levanté, ya habias ido con Andrea, ¡me dijiste que yo fuera al hospital por mi cuenta! Qué cruel eres, Isaac, ¿has oído alguna vez las palabras frías que dices? ¡No, porque nunca aprendes!” 

“Oh, y también, el día del chequeo médico, estaba planeando decirtelo…” 

“Lo siento, yo…” Me interrumpió. 

“No te apresures a disculparte.” 

Limpié una lágrima que no sé cuándo había comenzado a rodar por mi cara, y parpadeé diciendo: “Ese día, el médico dijo que el bebé estaba desarrollándose bien, ya tenia sus manos y pies formados, era un bebé muy saludable… pero ese día, cuando Andrea me arrastró hacia la calle y tuve ese accidente automovilístico, se convirtió en un charco de sangre y tú me dejaste alli, sola, herida y desesperada. ¿Sabes que en un momento había pensado acabar con mi vida alli mismo? ¿Lo sabes? ¡No tienes ni puta idea!” 

Cuanto más hablaba, más me daba cuenta de que mi dolor solo podía ser compartido por él. ¡Verlo sufrir me daba algo de alivio! Sin razón alguna, empuje el puñal aún más profundo: “En realidad, tal vez el bebé podría haberse salvado, ¿sabes? Pero tú corriste frente a mí hacia Andrea, estiré mi mano hacial ti con todas mis fuerzas, pero no te importaba una mierda… Isaac, tú elegiste abandonar al bebé con tus propias manos, tú lo mataste, eres el asesino de nuestro bebé, tú no mereces…” 

“Basta! ¡Basta ya…!” 

Isaac de repente me rogó, el hombre siempre tan frío, en aquel momento tenía los ojos húmedos, 

extendió su mano, queriendo abrazarme. Pero esas mismas manos, solo dos minutos antes, estaban alrededor de mi cuello por otra mujer, retrocedí sacudiendo la cabeza, y una y otra vez hurgaba en su corazón y pulmones:”¡Tengo que decirlo! Isaac, tú y Andrea, ustedes dos mataron a mi hijo… ¡Son 

1/2 

Capitulo 147 

asesinos!” 

De repente, Isaac lanzó un puñetazo contra la pared, cerro lentamente sus ojos y sus pupilas no podian dejar de temblar. 

Tenía esa cara llena de tristeza y confusión, después de mucho tiempo, solo entonces se escuchó su voz quebrada: “Perdóname, por favor perdóname, ¿podrías?” 

Lo repetia, como si solo conociera esa frase, como un niño que habia cometido un error. This content belongs to Nô/velDra/ma.Org .

Sacudi mi cabeza y luego le dije: “No me mataron a mi, fue al niño. Pero él, ya no puede responderte:” 

En sus ojos brillantes, solo quedaba el dolor y luego balbuceo: “No sabía, no sabia que estabas embarazada… si lo hubiera sabido, nunca lo habria permitido.” 

Lo mirė fijamente, y con voz vacilante dije: “Lástima, no hay ‘si hubiera”.” 

212 


Tip: You can use left, right, A and D keyboard keys to browse between chapters.