Capítulo 138
Capítulo 138
Después de probarse más de una docena de atuendos, Roberto seguia indeciso.
“¡Clarol El genio Bernadotte está por llegar y no hay tiempo que perder“, se resignó Roberto mientras se despeinaba a propósito, esperando parecer un poco descuidado para no opacar al genio. Copyright Nôv/el/Dra/ma.Org.
Luego, Roberto le advirtió a Mia, “Mira, Mia, ¡Bernadotte es increible! Tienes que aprovechar la oportunidad para que te vea. Estos genios de la tecnologia normalmente no hacen caso a muchas chicas hermosas, y tú eres muy atractiva, estoy seguro de que podrás cautivarlo“.
“Hermano, estás exagerando!“, le respondió Mia. “¿Quién dice que él no tiene ya una novia? Además, los genios de la tecnologia suelen ser calvos. ¿Crees que Bernadotte también podria ser uno?”
Los genios de la tecnologia solian trasnochar programando.
Y trasnochar podria provocar la pérdida de cabello.
No era descabellado lo que le preocupaba a Mia.
Roberto se rasco la cabeza, “¡Si hubiera sabido, me habria rapado! No sé si al genio le dará complejo al ver mi abundante cabellera“.
Mia pensó que su hermano estaba pensando demasiado.
“¿Y si es mayor de lo que pensamos? ¿Crees que Bernadotte podria tener ya unos cincuenta o sesenta años?”
Roberto se tocó la barbilla. “Es posible. Debi haberme teñido el cabello de blanco. ¿Qué hacemos si se molesta al verme más joven y atractivo que él?”
Mia solo pudo rodar los ojos ante tanta especulación.
“¡Toc, toc, toc!”
En ese momento, un sonido de golpes en la puerta interrumpió el silencio.
Sebastián, que habia estado meditando, de pronto abrió sus ojos, profundos como un charco de tinta.
Era imposible adivinar lo que ocultaban.
“Yo abrire“, dijo Mia corriendo hacia la puerta.
¡Espera!” la detuvo Roberto.
“¿Qué sucede?”
Con el corazón acelerado, Roberto exclamó, “¡Déjame a mi! ¡Seré yo quien le abra la puerta al genio!”
Dicho esto, se dirigió a la puerta con las manos temblorosas.
“Cruar…”
La puerta se abrió.
Una silueta esbelta apareció, vestida con una sencilla camisa blanca, una parte del dobladillo metida por dentro del pantalón, dándole un aire despreocupado. Era alta y delgada.
Con una apariencia un poco fria, y curiosamente atractiva.
¿Era una chica?
Roberto se quedó desconcertado por un momento y luego levantó la mirada hacia su rostro.
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Capitulo 139
Al verla, su expresión cambió a una de decepción.
¿Era Gabriela?
¿Qué hacia Gabriela alli?
¿Acaso se habla enterado de que Sebastián estaba y habla venido a buscarlo?
¿Estaba siendo demasiado descarada?
“¿Eres tú?” Roberto habló con un tono poco amable.
Gabriela, igualmente sorprendida de ver a Roberto, asintió ligeramente. “Si, soy yo.”
“¿Qué haces aquí?” continuó Roberto. “No habrás venido a buscar a mi hermano Sebas. ¿verdad? Te lo advierto, mi hermano ya está comprometido…”
Gabriela retrocedió un paso.
No, no se había equivocado de lugar.
Este era el salón L9.
Gabriela respondió: “Soy Bernadotte–YC. ¿usted es… el señor Zesati?”
¿Qué, qué?
Roberto pensó que estaba alucinando.
Gabriela era Bernadotte–YC?
¡Eso era imposible!
Bernadotte–YC no podría ser Gabriela.
Después de todo, Gabriela era conocida en Capital Nube por ser una inútil
Justo entonces, Sebastián salió de la habitación, con el rostro oscurecido por la luz a sus espaldas mientras extendia la mano, “Encantado, soy Sebastián Zesati.”
“Bernadotte–YC, Gabriela Yllescas.” Gabriela no hizo dramas y estrechó su mano.
Las manos de la chica, a diferencia de las de los hombres, no eran ásperas.
Eran suaves como el jade.
Esa sensación en las manos hizo que Sebastián recordara aquel pedazo de jade que había conseguido hace mucho tiempo en una subasta..
Fue la primera vez que él se dio cuenta de cuán grande era la diferencia entre hombres y mujeres.
A su lado, Roberto simplemente se quedo atónito.
No podia permitirse ver cómo Sebastián cala en una trampa.
*¿Cómo podria ella ser Bernadotte–YC? ¡Hermano Sebas, por favor no te dejes enganar por esta mujer!”
Sebastián miro a Roberto con frialdad, que aunque fugaz, heló a Roberto hasta los huesos.
El casi se moria de la frustración con Sebastián.
Cualquiera que pensara un poco se daria cuenta de que Gabriela no podia ser la gran figura.
Luego. Sebastian giro su cabeza hacia Gabriela y con una voz suave explicó. “No está bien de la cabeza, no te tomes en serio lo que dice.”
Capitulo 138
Gabriela asintió con la cabeza, mostrando que no se rebajaria a discutir con alguien que no estaba en sus cabales.
Sebastián hizo un gesto invitándola a pasar, “Por favor, entra.”
Gabriela lo siguió.
Dentro, el aroma del sándalo se elevaba suavemente, las cortinas de cuentas tintineaban y todo estaba dispuesto con gran elegancia.
Mia no se esperaba que el genio Bernadotte luciera de esta manera.
¡No era un hombre!
¡No era mayor!
¡Y mucho menos calvo!