Capítulo 77
Capitulo 77
Para Katina, Yolanda sequia siendo una entidad omnipotente.
Incluso el parásito Al Saaldi se lo habla proporcionado Yolanda.
Antes de conocer a Yolanda, Karina habla utilizado un venerio crónico muy común en Tomás.
El veneno era algo que debin mantenerse en secreto, más aún, no podia resistir pruebas exhaustivos.
Si todo se descubria, jau vida estatía arruinadal
Pero Al Saaldi era diferente, después de todo era un parásito y Tomás habla viajado al extranjero, nadie podria imaginar que su enfermedad habla sido provocada.
En ese momento, al escuchar directamente que el tratamiento prescrito por Gabriela era inútil, Karina sel sintió aliviada. “Yoli, con tus palabras puedo estar tranquila.”
Yolanda sonrio ligeramente y levantó su copa hacia Karina, “Por una amistad eterna.”
“Por la eternidad de nuestra amistad,” respondió Karina levantando también su copa. “Pero Yoli, me parece que tu supuesta hermana menor ha cambiado… ¿no crees que deberías tenerla en cuenta?”
La comisura de los labios de Yolanda se curvó, “Ella es solo una inútil, no vale la pena preocuparse.‘ Yolanda al principio sentia cierto recelo hacia Gabriela, pero ahora realmente no la consideraba una
amenaza.
Había renacido una vez.
Conocía muchos secretos, tenia un sistema, un toque de Midas y era la hija de una familia acaudalada.
¿Qué tenia Gabriela?
Gabriela no solo no tenía nada, sino que además era despreciada por todos por ser la hija ilegítima de
una aventura.
Gabriela estaba bastante ocupada últimamente. Content © NôvelDrama.Org 2024.
Por un lado, tenía que ocuparse de decorar su tienda, por otro, completar el sistema operativo, y también encontrar tiempo para guiar a Sofía en el arte culinario.
El plato principal del restaurante seria una sopa de carne de conejo.
A pesar de que los conejos eran adorables, su carne era realmente deliciosa.
Lo más importante de la sopa era la preparación de la base, y Sofía, siguiendo la receta que Gabriela le había dado, estaba experimentando paso a paso, y pronto, un delicioso aroma comenzó a llenar la
cocina.
Sergio, quien habia regresado de entregar un paquete, olió el aroma y casi se le caia la baba, “Hermana, ¿qué vamos a cenar esta noche?”
“Vamos a comer sopa de conejo,” la voz de Sofía llegó desde la cocina. “Anda a ducharte primero, y cuando salgas podremos empezar a cenar.”
“Está bien.”
Cuando Sergio salió de la ducha, Sofia ya habia colocado los platos sobre la mesa. El caldo hirviendo
estaba cubierto con una capa de aceite rojo, y alrededor del pote había un montón de ingredientes listos para cocinar: albóndigas para la sopa, gambas, sangre de pato, tocino, rollos de came de rei era una visto que hacia agua la boca.
“Wou! ¡Qué delicioso! ¡Vaya que eres increible, hermanal” Sergio le dio un pulgar arriba a Sofia, “Con esa habilidad, cuando abramos, seguro que ganaremos mucho!”
Sofía sonrió y dijo: “Deja de hablar tonterías y ve a llamar a Gabi para la cena. Yo prepararé una salsa para los platos.”
“De acuerdo.” Sergio asintió con la cabeza y se dirigió a la puerta de la habitación de Gabriela, gritando con voz potente, “Sobrina Gabi, voy a entrar!”
“Pasa, la puerta está abierta.”
Sergio abrió la puerta y vio a Gabriela sentada frente al computador, sus dedos volaban sobre el teclado en un contraste marcado entre sus puntas blancas y las teclas negras
Con una mano en el ratón y con el teléfono pegado entre su cuello y oreja, parecía estar en medio de una llamada, “Si no hay de color plata, usa el blanco, la marca no importa, pero tiene que ser ecológico! El formaldehido no puede superar los limites…”
Una luz cálida le daba en su rostro un suave halo.
Era una imagen de tranquilidad.
Sergio, absorto, se quedó mirando.
Nunca había sabido que alguien podia manejar la computadora tan rápidamente mientras hablaba port teléfono…
¿Era esto lo que llaman multitarea?
Era impresionante!
La velocidad de las manos de Gabriela aumentaba, era como la rapidez con la que él jugaba videojuegos.
En fin, la pantalla mostraba caracteres que Sergio no podia comprender.
Parecian jeroglificos alienigenas, cambiando constantemente, haciéndole sentir un poco mareado.
Capítulo 78