Capítulo 99
Capítulo 99
JUEGO DE SEDUCCIÔN. CAPITULO17. j Hasta que se me olvide!
Ténia que ser una broma. jTenia que ser ûna m*****a broma de Nathan pcro cuando Rex lo miré a los ojos él no parecia nada
confundido.
—^Disculpa? — murmurô.
—Que lleves a Will a comprar el anillo de compromiso de Sophi — repitiô Nathan como si le hablara de comida—. El muchacho
es disenador de autos, pero te apuesto a que no sabe absolutamente nada de joÿeria. Ademâs eres el padrino, tienes que
ocuparte.
—Exacto —lo apoyô Will—. <»Vamos después del desayuno?
Rex lo mirô como si quisiera asesinarlo, pero finalmente asintiô. No le quedaba mas remedio que oegC'r jugando aquel juego.
Intenté pasar aquella resaca coi '^pi 'inas y café y sobre todo no mirar mucho a las rodillas rojts oe Sobhi, porque solo le venian
a la mente los gemidos de la noche antcrior y eso sacaba lo peor de él.
Debïan ser cerca de las diez de la manana cuando por fin se subiô a su auto y esperé a que Will se subiera al asiento del
copiloto para perderse en el trâfico de la ciudad. Ni siquiera se miraron, Rex iba concentrado en la carretera y sobre todo en las
mil formas imaginarias de matar al hombre que ténia al lado. •
Por fin llegaron a una de las mejores joyerias en el distrito comercial de la ciudad y cuando se menciono el nombre de Rex
Lanning, enseguida fueron atendidos.
El prôximo infarto llegô cuando empezaron a elegir entre todos aquellos anillos, porque Rex solo podia pensar en que Will no
conocia para nada los gustos de Sophi, asi que estaba dividido entre ayudarlo o permitir que ella se disgustara con un anillo feo.
i
—La verdad es que de mucha ayuda no fuiste —murmuré Will cuando salieron de allf.
—Tienes toda la razén —rezongé Rex respirando profundo—. Lo que deberias hacer es buscarte otro padrino de bodas porque
yo para esta te aseguro que seré completamente inûtil.
Eso ya lo sabia —se limité a responder Will—, pero no pienso hacerlo. Me importa muy poco que ayudes o no, la unica razén
paça pedirte que fueras mi padrino, fue porque quiero mantenerte vigilado de cerca.
Rex se giré hacia él cémo un rayo.
—<*Qué dijiste? —siseé.
—Tu me oiste perfectamente. ^Quieres que te preste mi licencia de conducir para que compruebes que no naci ayer? —Will era
casi de su tamano y ténia la arrogancia propia de la edad—. <»Crees que no sé lo que hiciste hace nueve anos? A sus padres
les dijiste "la alejé ", ipero yo sé muy bien que te montaste una orgia e hiciste que Sophi viera esa desvergüenza! » © NôvelDrama.Org - All rights reserved.
Rex se puso palido primero y luego sus labios se apretaron con fiereza.
jEso no es asunto tuyo!
-jSi, si lo es, porque hablamos de la mujer con la que voy a casarme! — replicé Will—. A Sophi le costé anos superar la burrada que hiciste. La vi pasar de imbécil a imbécil tratando de olvidarte y no voy a dejar que la jodas de nuevo.
Rex arrugô la nariz como si acabara de oler algo podrido.
—dTienes idea de lo que estaba haciendo tu mujer hace una semana? —le espeté sin poder controlarse.
—Si, lo sé perfectamente —contesté Will con voz tranquila, pero con un brillo en los ojos que delataba su determinacién—. jEstaba sacandose la ûltima gota de veneno del cuerpo, pero lo importante no fue lo que hizo, sino a dénde regresô! Y regresô a mi, a casarse conmigo, a pasar el resto de su vida conmigo. —Le dio la espalda y detuvo un taxi, pero antes de subir se giré—. iAh, y si no quieres
espantarte cada vez que le veas las rodillas rojas a mi mujer, enfonces déjà de escuchar detrâs de mi maldit@ puerta!
Rex hizo un ademàn furioso hacia él, pero Will cerré la puerta del taxi y se perdié de allf. En cuanto se alejé sacé el teléfono y llamé a Sophi.
»
jPor Cristo dime que Rex no tiene una pistola! —exclamé. «
Del otro lado de la linea, Sophi batallé con el teléfono por un lado y el vestido de novia que se estaba probando por otro.
—Pues hasta dénde yo sé, no —respondié—. <»Por qué?
—Porque con lo que le acabo de decir te juro que me miré como si fuera a ordenar mi asesinato de un momento a otro —se rio Will —. Ya tengo tu anillo. Guardo el recibo para que devuelvas esta cosai
—Gracias, cielo.
êCémo va esa prueba de vestidos de novia? —pregunté Will.
—Inûtil y aburrida, me siento como glaseado de pastel, pero al menos marna se la esta pasando bien, y bien pasada porque la champana ya le hizo efecto —murmuré ella asomandose por la puerta.
—OK, yo me voy con mi amor por el resto del dia, que anoche dejamos cosas pendientes —sonrié Will —. Nos vemos en la noche, muneca.
—Nos vemos en la noche muneco, dale besos mlos a esa cosita rica
que tienes de novio —Sophi sonriô colgando y un minuto mas tarde le servfa mas champana a su madré.
Dos horas después todavia no se habfan puesto de acuerdo en la eleccién del vestido, pero Meli levanté su teléfono porque ya veia doble.
—
La verdad era que en aquel momento Rex no podia pensar con claridad, estaba demasiado enfadado. Apreté los dientes y dijo:
—Pideselo al future marido de tu hija.
jAy no! ri^émo se te ocurre!? Es de mala suerte que el novio vea a la novia antes de la boda — exclamé Meli—. Por favor, carino.
Eres mi mejor amigo, necesito este apoyo moral tuyo antes del gran dia. Por favor, ven a buscarnos.
Aunque el enfado de Rex no habia desaparecido, tampoco iba a permitir que Meli terrninara haciendo una estupidez, asi que accedié a ir a recogerlas. Sin embargo cuando llegé, ya Nathan estaba alli, haciéndola tomarse un vaso de agua fria.
—
—No, claro que no, estas mujeres no acaban de elegir y yo aqui tengo ya a una ebria desatada — rezongé Nathan—. Me la llevo a casa, tu espera a Sophi y asegûrate de que elija algo, cualquier cosa, pero hoy mismo tiene que elegir un vestido porque tenemos el tiempo contado. «Œntendiste? j
Rex levanto un indice para replicar, pero antes de que pudiera empezar ya Nathan se echaba a Meli al hombro y se largaba de alli. Puso los ojos en blanco mirando la puerta del cuarto de prueba y entré. Era una habitacién amplia e iluminada, con una pequena
plataforma en medio, rodeada de espejos, y varios sofas. Rex ni siquiera pensé en sentarse en uno de ellos cuando la voz de Sophi saliô de uno de los probadores.
jCreo que este es, marna! —decia—. jEspero que te guste porque a mi de verdad me gusta y...!
Sophi se quedé muda cuando lo vio alli, y Rex sintié que se le secaba la garganta y mas alla cuando la vio salir con aquel vestido de novia. Sophi se veia preciosa y llena de vida. El estilo era ajustado y coqueto, con un escote cuadrado que realzaba sus pechos, una cola larga y ajustada a la cintura. En aquel momento Sophi no se parecia a nada que él hubiera visto antes, llevaba el pelo recogido en una trenza ancha y suelta y un maquillaje suave y seductor.
En un segundo el ambiente se llené de tensién y Sophi retrocedip.
—
—Tu padre se la llevé —dijo Rex acercândose a ella sin dejar de mirarla, porque sin que pudiera evitarlo, Sophi se desdibujaba
y volvia a ser Abby para él.
Y enfonces lo recordé: las palabras de Will.
^Es verdad que solo viniste a estar conmigo para rascarte la comezén? —gruné.
—
iWill dijo que sabia lo que estabas haciendo hace una semana!
Que hicieron, eh? < jTe dio permise para venir y follar conmigo antes de que te casaras con él!?
Rex no sabia por qué, pero a cada segundo estaba mas furioso, como si ese vestido le hubiera recordado que habia sido un
juguete para Sophi.
—jDeja de decir estupideces! —exclamé ella dândose la vuelta
pero antes de que llegara de nuevo al probador Rex la agarrô por un brazo y la hizo girarse bruscamente.
—êCrees que fue gracioso? —gruné con rabia —. Ser tu juguetito sexual por un rato para que luego vinieras a acostarte con
otro...
—
Y lo peor de todo, lo que enloquecia a Rex era que todo eso era verdad y no queria que lo fuera.
jTe odio!
iQué jodido es el karma! Tû qué coho hacias espiandome? jYo no te debo nada! jMe acosté contigo, pero no te promet] una
relacién! jSoy una mujer comprometida asi que nada de esto deberia sorprendertc! jO lo que te molesta no es que me follen,
sino no ser tu quien lo hace!?
Rex no pudo aguantarlo mas, se apoderé de sus labios con violencia y dévoré su boca, llevândose dos mordidas que no le
importaron. Su boca era dulce, sabia a champana y a todas las noches que habian pasado juntos. Sin poder contenerse la
atrajo hacia él y la besé con mas fuerza mientras la apretaba entre su cuerpo y la pared. Se habia dicho que no debia volver a
caer, pero podia sentir la sangre corriendo como lava por sus venas y no podia resistirlo.
Con movimientos râpidos y desesperados comenzô a subirle aquel vestido mientras ella trataba inûtilmente de resistirse.
—jNo te atrevas! —gruné entre sus besos cuando lo sintiô romper violentamente sus bragas.
—Ya no me importa —le contesté él mientras tomaba su cara con una mano, hundiendo la lengua en su boca mientras la otra
iba a perderse en su sexo. La escuchô gémir ante la invasién pero solo pudo sonreir—. Puedes resistirte todo lo que quieras,
pero los dos sabemos que solo sera de dientes para afuera, porque adentro todo es muy diferente
jEres un maldito idiota, Rex!
(Pues este maldito idiota te va a follar hasta qué se le olvide lo que escuché anoche... y probablemente un poco mas!