Capítulo 101
Capítulo 101
Capitulo 0101 El pueblo natal de Cira era llamado San Rosa.
En los ultimos afios, con el desarrollo del turismo en diferentes areas, San Rosa se habia transformado en un Pueblo Antiguo Cultural, atrayendo a numerosos turistas de otras regiones, lo que lo hacia un lugar bastante moderno.
La casa estaba en un callejon por el cual no podia entrar un coche. Cira, cargando dos bolsas, llegé a la puerta de su hogar después de una ausencia de tres afios.
La puerta estaba abierta. En estos callejones, excepto por las noches, las puertas solian quedarse abiertas durante el dia sin representar un peligro.
Cira dudaba como acercarse, qué expresion mostrar y como saludar al entrar, cuando alguien salié de la casa, lo que la hizo esconderse instintivamente detras de una pared.
Asom6 la cabeza con cuidado y vio que era su madre. Su madre estaba limpiando un manojo de hierbas bajo el grifo de la entrada. Cira reconocié que eran hierbas para gelatina.
Hervidas y mezcladas con almidon, estas hierbas se convertian en una gelatina negra al enfriarse. Espolvoreada con azticar moreno, era un refrescante y delicioso postre veraniego.
Cira solia adorarla, y su madre frecuentemente la preparaba, pero desde que se fue de casa, nunca la habia vuelto a comer. Perdida en sus pensamientos, Cira se sobresaltd con un fuerte estruendo.
Era su padre, saliendo furioso de la casa. Al ver a su madre con las hierbas, la ira lo invadio y dio una patada al cubo de metal, volcandolo.Content bel0ngs to Nôvel(D)r/a/ma.Org.
-4jPara qué pierdes el tiempo con estas tonterias!? Si estas tan ociosa, mejor busca cémo ganar dinero. ¢No tienes idea de cuanto costara tratar tu enfermedad?
Cira se quedo helada. ,Qué? ~Su madre estaba enferma?
Observ6 con mas atencion y notd que en tan solo tres afios, su madre se habia vuelto mucho mas vieja y delgada, llevando un jersey blanco descolorido y sentada en un pequefio taburete, mirando con desolacién las hierbas derramadas.
Recogid las hierbas en silencio y dijo con voz tenue: -Ya lo sé, por eso te dije que no me trataré. Viviré lo que pueda, y cuando no pueda mas, simplemente me
El padre de Cira, lleno de rabia, exclamo: jMuerte, muerte, muerte! Si tu mueres, gme dejaras vivir con la culpa el resto de mi vida? ~Como puedes ser tan egoista?
jle dije que llames a tu hija para pedirle dinero y no lo haces, solo te ocupas de estas tonterias! -y de nuevo pated las hierbas que su madre acababa de recoger.
La madre de Cira, normalmente tolerante con su temperamento, ya no pudo contenerse: -,Pedirle a nuestra hija? ¢Todavia tienes cara para pedirle algo después de cémo la tratamos? jElla nos odia a muerte!
Cira apretd los labios, su corazon Ileno de emociones encontradas.
La madre continu6, con el corazén roto: -;Acaso no te imaginas cémo consiguié esos quinientos mil? ~No te imaginas como vive ahora? j;Cémo puedes seguir queriendo aprovecharte de ella!
El padre, avergonzado, replicd: En aquel entonces... en aquel entonces, ellos la querian a ella especificamente, gqué podia hacer yo?
La madre, sofocada, insistid: No le llamaré. Hace tiempo que le dije que no volviera nunca, que no dejara que esta familia la arrastrara... no quiero su dinero, dinero ganado a costa de su vida, yo, yo, yo...
No termin6 la frase cuando cay6 al suelo.
El padre, aterrado, grito: -j;Ana! Cira, sin tiempo para pensar, corrié hacia fuera: -; Mama! Su padre, al verla, qued6 en shock: -z...Cira? jCira!
Cira se arrodillé junto a su madre, comprobando su respiracion, que ya no estaba.
Se incliné para escuchar su coraz6n, pero tampoco habia latido. Las lagrimas le brotaron instantaneamente, y empezo a hacer compresiones cardiacas.
desesperadamente.
-jLlama a una ambulancia! jLlama rapido!