Chapter 114
Capítulo 114
Al ver que Juan, siempre de buen humor, ahora estaba realmente enfadado, sus amigos se apresuraron a callarse.
Én el coche, Bella dio la espalda a Pedro, sin querer comunicarse con él. Pedro tampoco abrió la boca, pero tenía mala cara, como si estuviera intentando aguantar algo. Probablemente, estaba esperando a que ella le explicara por qué había comido con Juan y sus amigos.
Sin mencionar su inminente divorcio, ni siquiera una pareja normal podía interferir en que ella hiciera amigos, así que Bella no creía que tuviera que darle explicaciones. Poco después, el coche llegó a la Villa Dragón.
Sin esperar a Pedro, Bella bajó del coche y entró en la casa.
Fiona parecía aliviada al verla y le dijo: -Señora, por fin ha vuelto, ni siquiera sabe lo fea que tenía la cara el señor cuando salió, no me atrevía a hablar.
Bella notó lo más importante y preguntó: -¿Ha vuelto?
-Sí, a las seis… Sr. Romero.
Antes de que Fiona terminara de hablar, entró Pedro, pues ella se apresuró a saludarle. Frunciendo sus cejas finas, Bella preguntó a Pedro: Vas a socializar con los demás, ¿verdad? Content © NôvelDrama.Org 2024.
Le hizo esta pregunta porque Miguel aún lo estaba esperando en el restaurante. Sin embargo, Pedro no contestó y subió por las escaleras a paso largo. Era obvia que fue Pedro quien sin atender su opinión insistió en mandarla de vuelta a casa, pero ahora parecía que ella le debía. Pensándolo, Bella no pudo evitar maldecirlo a sus espaldas: «Estás loco.>>
-Señora, ¿ha vuelto con el Señor? -Preguntó Fiona.
Bella asintió con la cabeza: -Si. Me encontré con él en el restaurante justo después de terminar de comer con mis amigos.
Escuchándolo, Fiona murmuró: -Le pregunté al señor cuando volvió antes y me dijo que no tenía ningún compromiso social.
Tal vez tenía algo que abordar temporalmente, -dijo Bella-, Fiona, ve a ocuparte, yo vuelvo a mi habitación a descansar.
Cuando Bella volvió a su habitación, Pedro ya estaba sentada en su silla de toffee, parecía que estaba esperándola.
Al verlo, Bella le interrogó arrugando las cejas: -No has perdido la memoria, ¿verdad? Te he dicho que no entrarás en mi habitación a partir de hoy.
Cruzando las largas piernas, Pedro habló con Bella con un tono frío: Bella, ¿ahora ajustamos cuentas?
-¿Qué cuentas tengo que ajustar contigo?
En este momento Pedro sacó unos documentos de su lado, se los lanzó a Bella y preguntó: -¿ Has invertido en la empresa Caza?
De repente Bella recordó el mensaje que le envió al mediodía, en el cual le preguntó si tenía algo que decir, ¿acaso se refería a este asunto? Sin embargo, Bella no se sorprendió de que Pedro supiera que había invertido en esta empresa, pues dijo con voz indiferente: -No usé tu dinero, era mi dote.
Ante su confesión, Pedro se atragantó ligeramente.
-¿Estoy preguntando por dinero?
-Aparte del dinero, ¿qué problema tienes?
-¿Lo que pasó al principio de la recepción de ayer fue planeado por ti?
Bella reaccionó enseguida: -Entonces crees que tramé el incidente de anoche para la empresa Caza, ¿así que sospechas que las heridas de Anna por la caída de lámpara también se debió a que yo soborné al personal del hotel?
Viendo la indiferencia y el desprecio en la pequeña cara de Bella, Pedro se sentía cada vez más furioso, pues dijo friamente: -¡Lo has dicho como si no hubieras hecho este tipo de cosas antes!
Al oír esto, Bella solté una risa silenciosa, porque y sea en su vida anterior o en esta, Pedro nunca haba confiado en ella.