Chapter 118
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-Sí, el señor se levantó temprano para ir a la oficina.
Al oírlo, Bella inmediatamente hizo una llamada a Pedro. Pensaba que no contestaría, pero sólo después de que sonó unas veces el tono de llamada, oyó su fría voz.
-¿Qué pasa?
Bella se dirigió a un lugar apartado a espalda de Fiona y le preguntó en voz baja: -¿Has firmado el acuerdo de divorcio? ¿Podremos conseguir el certificado de divorcio por la mañana?
Pedro aún respondió con un tono indiferente: -Tengo que abordar algunos asuntos, no estoy libre.
Si no tienes tiempo para obtener el certificado, ¿acaso ni siquiera tienes tiempo para firmar el acuerdo? -Bella le interrogó ansiosamente y continuó hablando-, ¿dónde estás ahora? Voy a por ti.
Inesperadamente, Pedro respondió a este pregunta:
Oficina del Grupo Romero.
Tras decir eso, él colgó mientras que Bella se acercó a la mesa del comedor, donde Fiona ya no estaba allá, entonces Bella opinaba que no debería haber oído sus palabras. Aunque Fiona no fue quien le contó el divorcio a la abuela la última vez, no quería que nadie lo supiera por si
acaso.
Después de tomar unos bocados del desayuno, Bella condujo al Grupo Romero. Llegó a la oficina del presidente Romero sin ningún problema. Cuando llamó a la puerta y se dispuso at entrar en su despacho, Bella encontró dos familiares suyos sentados dentro: su tío, Alejandro y su tía Patricia.
Se le saltaba a Bella la frente, tenía un mal presentimiento, así que se le ocurrieron muchas sospechas. ¿Acaso Pedro los había llamado aquí para impedir que se divorciaran? ¿O su tía estaba preocupada por la noticia de la “ruptura de matrimonio” de esa noche y había venido con su tío para averiguar la verdad?
Al oírla llamar a la puerta, tanto la tía como el tío le dirigieron la mirada y le dijeron: -¿Bella, ahora vienes por Pedro?
A juzgar por sus expresiones y tonos, parecía que Pedro aún no les había contado el divorcio. Pensándolo, Bella se sentía ligeramente aliviada.
-Sí, le busco por algo, -Bella respondió y preguntó-, tío, tía, ¿por qué estáis aquí?
-Venimos aquí para agradecer a Pedro-, dijo la tía-, la última vez, Pedro nos ayudó a presentar al jefe de la corporación Mar, así que he llevado a Pedro unos regalos. Por cierto, estoy esperando a Pedro que vaya con nosotros para almorzar con ese jefe al mediodía.
Después de que su tía mencionó, Bella se dio cuenta de algunas cajas de regalo preciosas y lujosas de acuerdo con el embalaje en la mesita de café. Además, según sus palabras, aún no habían logrado cooperar con esa corporación, así que todavía necesitaban la ayuda de Pedro.
Bella se quedó sin palabras, pero continuó hablando:
no acudirías a Pedro para tu empresa?
Tía, ¿no le prometiste al abuelo que ya
Patricia le regañó: -Bella, ¿cómo puedes hablar así? Esto no es ayuda. Pero y el presidente de la corporación Mar son conocidos, ¿no es normal que todos comamos juntos como amigos?
-¡Él no está disponible! -Bella dijo-, tiene otra cosa que hacer.
-Pedro aún no ha dicho nada, ¿cómo sabes que no está disponible? -La tía estaba insatisfecha.
-¡Cierto! Bella, no importa lo ocupado que esté Pedro, siempre tiene que comer. Esperemos aquí hasta que termine con su trabajo, jentonces iremos a comer juntos! -Dijo su tío con un tono duro.
Su tío a veces era incluso más terco que su tía. Además, a lo dicho hecho, entonces seguramente estaría aquí para esperar a Pedro. Entonces era imposible que fueran a la Oficina de Asuntos Civiles por la mañana, era mejor conseguir el acuerdo de divorcio primero, por lo que Bella preguntó a Pedro: -¿Has firmado ya?