Chapter 172
Capítulo 172
Cuando llegó al conteo de la octingentésima oveja, el sueño finalmente se apoderó de Bella y se quedó dormida lentamente.
No sabía cuánto tiempo había pasado, pero sentía que se encontraba en un lugar muy cálido, rodeada de calidez por todas partes.
El aire acondicionado estaba un poco frío, pero esta sensación de calidez la hacía sentir muy cómoda, y sin darse cuenta, se acercó un poco más.
Lo que estaba detrás de ella parecía haberse vuelto rígido y duro.
Sin poder identificar qué era lo que estaba mal, Bella sintió de repente un toque cálido en la parte posterior de su cuello, como si algo la estuviera acariciando suavemente.
Bella intentó moverse, pero su cuerpo estaba atrapado y no podía moverse.
Luchó desesperadamente y luego se levantó de golpe.
Miró a su alrededor y no vio nada que la estuviera atrapando.
La habitación estaba oscura, solo la pequeña lámpara de cristal en forma de conejo emitía una
Juz tenue.
Ahora estaba sentada en el centro de la cama, y Pedro estaba acostado a su lado.
Como si su movimiento la hubiera despertado, Pedro abrió los ojos y preguntó con voz ronca: -¿Qué pasa?
Bella se quedó perpleja por un momento y finalmente notó lo que estaba mal. Lo miró con sospecha y dijo: -¿Cómo es que estamos compartiendo la misma manta?
Antes de quedarse dormida, estaba segura de que tenía su propia manta.
La voz de Pedro seguía ronca: -Quizás tenías frío y te metiste aquí.
Dicho esto, cerró los ojos.
Bella miró fijamente a Pedro por un momento. Tenía las cejas ligeramente fruncidas, como si estuviera molesto por haber sido interrumpido.
¿Realmente se había metido ella misma en la manta de Pedro
El aire acondicionado parecía estar más frío de lo habitual.”
Cuando uno está dormido, no se da cuenta de lo que hace. Tal vez se acercó al lugar más cálido por el frío.
Bella dejó de darle vueltas al asunto, ajustó la temperatura del aire acondicionado y volvió a cubrirse con su propia manta.
Para asegurarse de que no se acercaría más a Pedro, añadió más mantas a su lado y se acostó en el borde de la cama.
No habían pasado ni únos minutos cuando Pedro, como si no pudiera soportarlo, apartó las sábanas y se levantó de la cama.
-¿Qué estás haciendo? -preguntó Bella, confundida.
Quizás enfadado por haber sido despertado, Pedro no le hizo caso, con una expresión seria en su rostro, salió directamente de la habitación.
Vaya mal humor al despertar.
A Bella no le importó y se acurrucó con la manta para seguir durmiendo tranquilamente.
Al día siguiente, Bella se despertó y no vio a Pedro a su lado.
No sabía si él se había levantado temprano o si simplemente no había vuelto a dormir.
No importaba, lo mejor sería que no apareciera en el resto del tiempo.
Bella se levantó de la cama y, mientras se dirigía al baño para asearse, notó una marca roja similar a la de ayer en la parte posterior de su cuello.
Salió de la habitación para buscar a Fiona y cambiar la ropa de cama, y justo en ese momento se encontró con Fiona, quien llevaba una toalla y ropa de dormir masculina.
-Buenos días, Fiona. ¿De dónde sacaste eso? -preguntó Bella.
Fiona respondió: -Señora, el señor se duchó y se cambió en la habitación de al lado anoche, así que lo llevé a lavar.
¿No se duchó Pedro en el dormitorio principal anoche?
Cuando entré al baño, vi señales de que él lo había usado.
Probablemente se haya duchado de nuevo esta mañana, de todos modos a Pedro no le importa mucho.
-Por cierto, Fiona, ¿puedes cambiar la ropa de cama por favor y hacer que alguien desinfecte la habitación? -dijo Bella-. Tengo unas picaduras en el cuello estos últimos días y no sé qué me las ha causado.
-La habitación se limpia todos los días, así que no debería haber insectos. -dijo Fiona, aunque encontró extraño el pedido, asintió y se fue..
Después de desayunar y arreglarse un poco, Bella se preparó para salir cuando recibió una llamada de Pedro. This material belongs to NôvelDrama.Org.