Capítulo 967
Capítulo 967
Asi que Carol pensaba que Ledo no habia hecho nada málo al enfrentarse a Paulo con sus guardaespaldas.
Nadie iba a venir con el cuento de que Paulo era mayor para intentar hacer sentir culpable a su Ledo!
“Mama, ¿qué significa que los Bello nos hayan llamado? ¿Quieren problemas contigo?” preguntó Ledo.
Carol frunció el ceño en secreto,
“Eso déjamelo a mi, tu papá y yo nos encargaremos. Ve a tu cuarto a lavarte y a dormir, y nada de escaparte de nuevo.”
“…Oh.”
Ledo subió las escaleras obedientemente, y Carol se giró para buscar a Aspen en el patio,
Aspen acababa de colgar el teléfono, con la voz ronca,
“Ire al hospital, no te preocupes por lo de Ledo, puedo manejarlo,”
“¡Voy contigo!”
Los Bello eran muchos y, aunque sabía que él no se iba a lastimar, no quería que enfrentara solo a esos demonios sin corazón.
Antes, él estaba solo, pero ahora la tenía a ella, y no iba a dejar que enfrentara nada solo!
No és que tuviera grandes habilidades, ¡pero hasta un conejo acorralado muerde!
Aspen no quería que ella fuera, lidiar con esa gente solo traería problemas.
Carol dijo: “Estaré más tranquila si voy contigo, déjame acompañarte.”
A
Aspen no pudo negarse, así que la llevó con él.
Apenas se sentaron en el carro, Aspen recibió mensajes de Laín, Ledo y Miro.
Lain: “Ya tengo las acciones que eran de Paulo, y me debe una fortuna. Ahora no tiene nada más que deudas.” Nôvel(D)ra/ma.Org exclusive © material.
Miro: “Los diez primeros en tendencias son videos de Paulo confesándose. Su reputación está por los suelos, nunca podrá recuperarse.”
Ledo: “Le di una buena paliza, pero me aseguré de no dejarlo morir, solo que le duela. Así que… no estés triste.” Aspen sintió un nudo en la garganta, miró hacia la casa.
Los tres pequeños estaban en la ventana, mirando hacia donde ellos se iban.
Luego miró a Carol, que también lo estaba mirando, con los ojos llenos de compasión y amor.
En ese momento, la felicidad parecía tangible.
Aspen les mandó un mensaje a los niños diciendo ‘no se preocupen‘, y luego atrajo a Carol hacia él.
Besó la cabeza de Carol susurrando,
“Carol, soy muy feliz.”
Carol lo abrazó fuerte,
“Sé que hoy estás triste, y no sé bien cómo consolarte. Quiero que sepas que yo y los niños te amamos mucho, pase lo que pase, siempre est: nos contigo, apoyándote y amándote siempre.”
Los ojos de Aspen se humedecieron, pero sonrió,
“Si realmente existen los espíritus, mi madre estaría muy contenta de ver cómo vivo ahora. Tengo una esposa que me ama y unos hijos que me adoran. Soy muy feliz.”
UBM D/
“Tú eres feliz y mamá también lo sería, de verdad. Igual que nosotros viendo a nuestros hijos felices, nos
sentimos felices.
Cuando tengamos un momento, vamos a rezar por Yareni, y después enterrarla junto a Tiberio. Se amaron tanto en vida, ahora por fin estarán juntos, deben estar muy felices.
Después de la tormenta viene la calma, reunión familiar, con hijos y nietos, para mis padres eso es una alegría, y nosotros también deberíamos estar contentos por ellos,”
“Tienes razón, ¡debemos estar felices por ellos!”
Aspen se sonó la nariz fuertemente, al terminar, sus ojos brillaron con determinación..
El que realmente debería estar triste y preocupado, era Paulo.
¡Sus días de gloria habían terminado!