Sr. Ramos, su multimillonaria esposa quiere el divorcio

Capítulo 101



Capítulo 101

Era una joven de dieciocho o diecinueve años, al ver que había hecho algo mal, se apresuró a ponerse en cuclillas y pedir disculpas mientras ayudaba a Natalie a recoger las cosas esparcidas por el suelo.

-¡Señorita, lo siento, hice sin querer!

La expresión de Natalie era indiferente, después de recoger las cosas, miraba a la chica arrepentida y le dijo: -Ten cuidado, no corras tan rápido, es fácil hacerte daño.

La chica bajó la cabeza con culpabilidad y dijo: -Ya lo sé.

Natalie no dijo nada más y se dirigió al aparcamiento subterráneo.

Al salir del aparcamiento, Natalie sintió que un coche la seguía por detrás.

Una frialdad apareció bajo sus ojos y llamó a Leonardo.

-Señor Ramos, diga a sus hombres que se marchen inmediatamente o llamaré a la policía.

Tras unos segundos de silencio, Leonardo dijo con frialdad: -No mandé a nadie a seguirte, ¿

dónde estás ahora?

Natalie se sorprendió y colgó.

(Si fue Leonardo, ¿podría ser Escorpión?) 1

Natalie pisó el acelerador y el Lamborghini rojo partió a toda velocidad hacia las afueras de la

ciudad.

Sin embargo, no pasó mucho tiempo Natalie se sintió un poco mareada y poco a poco se fue

debilitando.

(¿Me habían drogado?>

{Pero, ¿cuándo?>

Natalie pensó de repente en la chica que se había tropezado con ella delante del restaurante.

Sus ojos se enfriaron rápidamente y, con dificultad, cogió el móvil y marcó el número de Tina: - ¡Ayúdame a llamar a la policía!

Tras decirlo, Natalie perdió completamente las fuerzas, el móvil se le resbaló impotente de la Contentt bel0ngs to N0ve/lDrâ/ma.O(r)g!

mano y el coche se descontroló hacia la carretera…

En el chalet, Leonardo oyó un fuerte estruendo procedente del teléfono y, con expresión extremadamente seria, llamó inmediatamente a Carlos: – ¡Localiza el móvil de Natalie! ¡ Averigua dónde está ahora!

miró hacia abajo y se dio cuenta de Al despertarse, Natalie sintió dolor por todo el cuerpo,

que estaba atada a una silla rota con cuerdas y tenía heridas por todo el cuerpo, algunas de ellas con

costras.

Miró a su alrededor y se dio cuenta de que estaba en un almacén abandonado.

En todo el almacén no había más que unas pequeñas ventanas alrededor y una puerta a unos

diez metros de ella.

Intentó desatar las cuerdas atadas alrededor de su cuerpo, pero estaba demasiado débil para hacerlo, no podía desatar las cuerdas, e incluso, si no se hubiera apoyado en una silla, habría

caído al suelo.

Justo cuando Natalie pensaba quién la había secuestrado, dos hombres empujaron la puerta del almacén y entraron.

Al ver que eran Bruno Torres e Ismael, Natalie se puso furiosa.

-¡Bruno Torres, no puedo creer que seas tú!

Bruno se mofó, -¡Soy yo, Natalie, no te habría secuestrado si no me hubieras suprimido en la empresa y me hubieras obligado a salir!

-¡Está bien, deja de hablar más con ella! ¡Date prisa y tráele el contrato para que lo firme!

Natalie parece fría, —¿Qué contrato?

-Ya lo verás.

Los hombres de Ismael se acercaron con un contrato, Natalie le echó un vistazo e inmediatamente vio que era el que Bruno le había dado hace unos días.

-Desaten las cuerdas para la señorita López.

Bruno se preocupó, -señor Sánchez, ¿y si la desatamos y se escapa?

Ismael dijo confiado, -No te preocupes, la droga es efectiva durante veinticuatro horas, debe

estar demasiado débil para escapar ahora, y hay cientos de nuestros hombres fuera del

almacén, ¿cómo puede escapar/una mujer?

La última vez en el hotel, estaba indefenso, por eso fue golpeado tanto por Natalie.

Esta vez, Natalie estaba drogada, y él trajo a cientos de sus hombres, ¡sería imposible que Natalie escapara!

-De acuerdo.

Después de desatar a Natalie, Ismael la miró satisfecho, -señorita López, si firma el contrato,


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