Sr. Ramos, su multimillonaria esposa quiere el divorcio

Capítulo 145



Capítulo 145

-¡Sí, comamos!

Después de terminar la cena, Natalie condujo a Tina de regreso a casa. En el camino, se le ocurrió lo que Leonardo le había dicho por teléfono hoy, y dijo: -Ah, por cierto, hoy Omar quiere invitarme a cenar.

Tina frunció el ceño, luciendo bastante impaciente.

-No le harás más caso. Le dejé claro que no volveré a estar con él. ¡Pero él es como una lapa que no se puede quitar de encima!

Natalie asintió con la cabeza. -Sea cual sea tu decisión, te apoyaré.

Después de dejar a Tina en casa, Natalie regresó a la villa.

En ese momento, Leonardo estaba sentado en la sala, y era obvio que la esperaba.

Natalie se acercó y se sentó a su lado. Señor Ramos, ¿me estabas esperando por algo en particular?

-Dentro de unos días es el cumpleaños de la abuela. ¿Tienes alguna idea para su regalo de cumpleaños?

Natalie guardó silencio por un momento antes de contestar: -Sí, ya lo he pensado. ¿Qué planeas regalar tú?

Leonardo frunció el ceño al mirarla, y preguntó: -¿No deberíamos regalar algo juntos?

Natalie se volvió sorprendida a él y murmuró: -Pero solíamos dar regalos por separado en todos los cumpleaños anteriores de la abuela.

-Entonces, a partir de este año, los daremos juntos.

Natalie vaciló un momento y dijo:-Acordamos divorciarnos cuando tu pierna se recuperara, así que no veo la necesidad…

No pudo terminar sus palabras cuando Leonardo la interrumpió fríamente: -¿Estás tan segura de que mi pierna se recuperará? ¿Es que olvidas que el doctor Ortega dijo que tal vez no volveré a ponerme de pie?

-¡Tranquilo! Tu pierna definitivamente mejorará.

Al notar la firmeza en sus ojos, Leonardo jadeó exasperado.

-¡No entiendo de dónde sacas tanta confianza!

Perceptiva ante la sorna en su tono, Natalie preguntó desconcertada: -¿Por qué te enojas

Leonardo no pronunció nada más, pero se vela aterradoramente frío.

Después de un rato de silencio, Natalie se levantó, i no tienes nada más que decir, me retiraré a mi habitación.

Natalie.

Leonardo la miró fijamente y preguntó, enfatizando cada palabra: –¿No has vacilado ni un momento desde que pediste el divorcio?

Frente a su mirada intensa y agresiva, Natalie bajó la cabeza y apretó el puño a su lado,

Al cabo de un momento, respondió con determinación: -No,

Con esas palabras, el rostro de Leonardo se volvió sumamente sombrío y la atmósfera en la

sala también se tornó tensa.

Natalie sabía que él estaba enfadado, pero no se arrepentía de su respuesta.

No quería dejarse espacio para retroceder, ni deseaba volver a ser la misma ella, quien estaba totalmente centrada en Leonardo y sumisa hasta el extremo,

-Ya me voy a mi habitación. Descansa temprano,

Durante los próximos días, Natalie no volvió a ver a Leonardo en la villa. Pensó que podría haber salido de viaje de negocios, pero de repente recibió una llamada de Fermín.

-¿Qué pasa con Leonardo? ¿Por qué me dijo que ya no necesitaba la acupuntura en el futuro?

Natalie frunció el ceño y respondió: -No tengo idea. Bueno, voy a preguntar. Te devolveré la

llamada más tarde.

A continuación, llamó a Leonardo, pero tras varias veces en que no respondió, no tuvo más remedio que marcar el número de Carlos.

-¿Leonardo se fue de viaje de negocios estos días? Fermín me dijo que ya no necesitaré más

acupuntura.

Hubo un breve silencio al otro lado de la línea antes de que Carlos susurrara: -Bueno… el señor Ramos no se fue de viaje de negocios. Ha estado viviendo en la empresa estos días. Permitame preguntar, ¿hubo algún problema entre ustedes dos?

Al oír eso, Natalie comenzó á reflexionar. ¿Acaso Leonardo estaba enojado por lo que había

dicho ella esa noche?

-Bueno, no exactamente. Sólo hubo un pequeño desacuerdo.

Carlos, sosteniendo el celular, se veía al borde de las lágrimas. ¿De verdad fue sólo un pequeño Exclusive content from NôvelDrama.Org.

desacuerdo?

Últimamente, Leonardo estaba de muy mal humor, haciendo que el ambiente en la oficina

fuera muy deprimente. Los gerentes de cada departamento fueron regañados tan duramente cada vez que iban a informar de su trabajo, que desearían convertirse en el aire para que él no

los viera.

-Creo que anda algo mal al señor Ramos… Señorita López, ¿por qué no viene a verlo?

Capítulo 146


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