Capítulo 159
Capítulo 159
No volvió a responder, y Natalie no siguió preguntando, y le bloqueó directamente.
Toda la semana siguiente, Escorpión desapareció de Monteflor como si nunca hubiera estado
alli
Pero Natalie sabía muy bien que sólo estaba esperando un nuevo momento para seguir torturándola.
Ella no podía esperar más, ¡tenía que encontrar la forma de luchar contra Escorpión!
Con la ayuda del doctor Ortega, Leonardo se recuperó rápidamente y poco a poco pudo caminar durante media hora.
El doctor Ortega estaba encantado de que, después de más de dos meses, Leonardo se estuviera recuperando tan bien, porque las pruebas previas habían demostrado que estaría confinado a una silla de ruedas el resto de su vida.
-Señor Ramos, a este paso, como mucho dentro de una semana estará caminando con normalidad.
Entiendo.
Al ver que Leonardo no estaba muy emocionado, al doctor Ortega le pareció un poco extraño, pero no preguntó más.
Cuando el doctor Ortega se fue, Leonardo llamó a Carlos, -Carlos, prepárame una copia del acuerdo del divorcio.
Por la noche, Natalie volvió al chalet y Leonardo le entregó el acuerdo de divorcio.
Firmalo.
Natalie se sorprendió al ver el título del acuerdo de divorcio.
-Tú… ¿Estás de acuerdo con el divorcio?
La actitud de Leonardo cambió demasiado rápido, ella no podía creerlo.
Sí.
Se mostró frío, sin el menor calor en los ojos, -Ya lo he firmado, haré que Carlos lo certifique. ante notario después de que tú lo firmes, y tendrás el certificado del divorcio en una semana.
-Pero tu pierna aún no está curada.
-El doctor Ortega dijo que podría caminar en una semana como máximo.
Sin decir nada más, Natalie cogió el acuerdo y pasó a la última página, apretando involuntariamente el bolígrafo.
Después de todo este tiempo juntos, su decisión de divorciarse no era tan firme como antes.
(Pero si seguia con él, sólo conseguiría repetir lo de antes.) Belongs © to NôvelDrama.Org.
Rápidamente firmó con su nombre, dejó el bolígrafo, miró a Leonardo y le dijo: -Enviame por correo el certificado de divorcio.
-Bien.
-Esta semana estoy un poco ocupada, recogeré las cosas y me mudaré este fin de semana.
Leonardo parecía indiferente, -No, puedes vivir aquí, le he pedido a Carlos que transfiera el chalet a tu nombre.
Sin dar a Natalie la oportunidad de negarse, Leonardo se marchó.
Después de cenar, regresó al dormitorio, Natalie se dispuso a dibujar, pero no lograba
concentrarse.
Tras borrar una docena de dibujos, Natalie dejó el boligrafo y se levantó para salir del
dormitorio.
Fue a la cocina a por un vaso de agua, oyó un ruido fuera y salió con el agua en la mano y vio a Carlos arrastrando una maleta.
Al verla, Carlos se sorprendió.
-Señorita López, el señor Ramos me mandó a llevar sus cosas.
Natalie apretó con fuerza su vaso de agua y asintió, -Ok
-Entonces me voy, el señor Ramos me está esperando en el coche.
—Bien.
Cuando Carlos se marchó, Natalie permaneció unos segundos con la mirada gacha y se dio la vuelta para volver al dormitorio.
Fuera del chalet, Carlos metió las maletas vacías en el maletero y se dirigió al asiento del conductor, arrancando el coche y dijo: -Señor Ramos, ¿está seguro de que quiere hacer esto?
Natalie se pondría furiosa si supiera que Leonardo no había ido a tramitar el divorcio al juzgado civil y que el certificado de divorcio era falso.
Leonardo bajó la mirada hacia el acuerdo del divorcio que tenía en la mano y dijo fríamente: Si no le hago creer que estamos divorciados, no me dará oportunidad.
Como ella creía que su matrimonio había llegado a su fin, él montaría un espectáculo y haría que volviera a enamorarse de él.