Diario de una Esposa Traicionada por Rocio H. Gómez

Diario de una Esposa Traicionada Capítulo 168



Capítulo 168 

La voz clara de David me llegó a través de los auriculares, teñida de una sonrisa: “Cloé, ¿has considerado lo que te propuse?” 

Involuntariamente, sonrei y le dije: “Aún no he tenido la oportunidad…” 

Justo al doblar la esquina, un auto de los negro se acercó. Instintivamente, di un paso atrás, pero 

el conductor aceleró repentinamente y se detuvo justo a mi lado. 

Los neumáticos chirriaron contra el pavimento. 

Frunci el ceño, y justo cuando iba a esquivar, un joven con gorra de béisbol salió del auto, se acercó a mí rápidamente en dos largos pasos y cubrió mi boca y nariz con rapidez. 

“¿Qué intentas…?” 

Todo ocurrió en menos de cinco segundos, no termine de hablar, ni tuve tiempo de resistirme, mucho menos de escapar. El olor del éter era intenso; en apenas un par de segundos, me desvaneci, y mis auriculares cayeron al suelo debido a sus bruscos movimientos. 

Cuando volví en mi, mi cabeza estaba nublada, mis extremidades se sentian débiles, y ni siquiera podía levantar mis brazos. Solo pude entreabrir los ojos para observar mi entorno. Seguía en ese auto de negocios negro, tirada en la esquina de la última fila de asientos, con las manos y pies atados, y la frente apoyada en la ventana. Ya era de noche, y todo lo que podía ver fuera eran sombras oscuras. Apenas podía distinguir que estábamos en las afueras de la ciudad. 

Contando al conductor, había cuatro personas en el auto, incluido el joven de la gorra de béisbol que me había narcotizado. 

Fue él quien primero notó que había despertado y con una voz ronca me preguntó: “¿Por fin despiertas?” “Ya lo había dicho, esta chica es delgada, no necesitaba tanto. Ustedes tuvieron que exagerar. Afortunadamente despertó, si no, quería ver cómo se explicarían.” Dijo el conductor, el cual era un hombre de mediana edad. 

“¡Qué sabio eres ahora!” Le espetó el de la voz ronca. 

Con esfuerzo, hablé con cautela: “¿Qué… qué quieren de mi?” 

Era evidente que eran delincuentes, y yo jamás había tenido tratos con gente asi, mucho menos. problemas. ¿Por qué me habrían secuestrado? 

“¿Qué queremos?” 

El de la voz ronca dijo con desdén: “Pregúntale a tu querido tío. Tranquila, no te haremos daño. Solo que tu esposo venga y pague las deudas de juego de tu tio, y todo se solucionará.” 

“¿Mi tio?” 

“Deja de fingir, Gonzalo, lo conoces!” 

“No lo conozco.” Intenté engañarlos. 

El de la voz ronca me miró fijamente, advirtiéndome peligrosamente: “Basta, no juegues esos juegos infantiles conmigo. Si nuestro jefe me envió a buscarte, es porque sabemos todo sobre ti. Si no quieres problemas, no actúes con astucia.” 

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Capitulo 168 

Me reí fríamente y dije: “La deuda de él, búsquenlo a é. ¿qué quieren conmigo? ¡Yo tampoco tengo dinero!” 

“¿Si él pudiera pagar, crees que vendríamos a buscarte a ti?” 

El de la voz ronca argumentó con confianza: “No importa si tú no tienes dinero, tu tío dijo que tu esposo es el presidente de Montes Global Enterprises, Isaac Montes. Si tú no tienes dinero, ¿cómo él no va a tener? Que envie el dinero y te soltamos de inmediato.” 

En ese momento, me enfureci, no podía creer que Gonzalo pudiera ser tan despreciable. 

Respiré hondo y expliqué con frialdad: “Isaac y yo ya no tenemos nada que ver, ino escuchen las mentiras de Gonzalo!” 

“Veremos si es mentira o no, con solo hacer esta llamada.” Dijo mientras me pasaba un teléfono. Text © owned by NôvelDrama.Org.

Miré aquel número tan familiar en la pantalla, y de repente, mi corazón se agitó. 

“¿Ustedes saben quién es él? ¡Es Isaac, no es alguien a quien puedan tomar a la ligera!” 

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